Esta mañana el alumnado del CEIP Albarracín de El Bosque ha tardado un poco más en entrar a sus aulas, pues se ha concentrado en la puerta del centro junto a sus familias, mientras el profesorado les esperaba en el patio. Pancartas, dibujos, paraguas, pitos y, hasta trompetas, les han acompañado en su protesta. Y es que quince años ya son demasiados esperando que se cambie la montera que cubre el colegio, con varias licitaciones de reparación que se quedaron en papel mojado. Por ello temen que esta sea una más de ellas y que los graves desperfectos del lucernario, sigan poniendo en peligro a toda la comunidad educativa.

En febrero de 2024 un informe del Ayuntamiento deja clara la situación de peligro que se está viviendo en el CEIP Albarracín: filtraciones que son verdaderas cascadas, humedades y grietas causadas por el agua, aulas inundadas por charcos, piso resbaladizo, infraestructura eléctrica afectada por las filtraciones, por lo que no se cumplen las condiciones adecuadas de seguridad, habitabilidad y salubridad, sobre todo los días de lluvia, que son muchos en estazona tan próxima a Grazalema, donde más llueve de España. De ahí que muchas familias no lleven a sus hijos e hijas en esos días, en los que el colegio se convierte en un verdadero peligro. A ello se suma el agravante de que la montera es de vidrio, y sus cristales están agrietados o perforados en muchos casos, por lo que pueden romperse y caer en cualquier momento, y también el calor que transmite en los meses más calurosos, cuando el peligro del agua se mitiga, pero comienza el de las altas temperaturas al convertirse en un inmenso
invernadero que un toldo intenta apaciguar.

Hoy las familias de El Bosque han gritado a Isabel Paredes, delegada de Educación, su hartazgo y desesperación. Sienten que les toman el pelo cuando les anuncian esas nuevas obras de las que ya saben que no estarán listas cuando llegue el próximo septiembre, pues han de cumplir los procesos burocráticos, que sus niños y niñas tendrán que repartirse por distintas sedes mientras duren las obras, en lugar de darles carácter urgentísimo y preferente, y aprovechar el verano para realizarlas sin ningún peligro. Por ello, hoy han decidido continuar con sus movilizaciones mientras las obras no se lleven a cabo, acompañadas del alcalde de El Bosque, Rubén Corrales, que ha prometido que las obras se realizarán durante su mandato, y de Susi de León, Delegada de USTEA Cádiz en la Sierra y representante de la organización sindical en el Comité de Prevención de Riesgos Laborales, que exigirá en dicha comisión que el carácter preferente que se le da a la obra se convierta en urgente y se lleve a cabo en este próximo verano para evitar más riesgos tanto al alumnado como al profesorado y trabajadores del centro. No podemos seguir tentando a la suerte. Los riesgos son demasiado elevados y aún estamos a tiempo de evitarlos.